Volví a ver sus manos en mis lienzos
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Manos malvadas en mis lienzos
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El caótico mundo de estos dedos.
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Vuelve a vencer la acuarela con un baile frívolo
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Y no se puede abarcar toda la paleta de colores.
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Todo el mundo no le bastará para volver a dibujar
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Yo sumisa, pero desafiando al destino no me convertí en palomitas
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esparcidos por el suelo
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Beberé de los charcos si se acaba el agua
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Estos son pequeños ríos y grandes ciudades.
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Mi libertad perdida, es hora de entender lo que nos dio el firmamento
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si no es broma
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Cómo busqué donde arden los bulevares
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Donde el fuego da instrucciones a las linternas
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La vieja cornisa me cobija
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Bajo los talones del día y obstinadamente silencioso como castigo
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Cubierto por un cinturón forestal
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Mis personajes grises
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Se vierte sal sobre las heridas,
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Pero volveré aquí algún día.
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Mientras tanto, estoy corriendo tirando nidos
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Corro, creciendo con mis pies en estrellas ficticias
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Dibujo líneas azules de un cisne blanco en el cielo
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La nube cayó en un desmayo
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Las ramas de los álamos escondieron sus ramas en la nieve.
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No me caería, yo... ¡Ese no es mi rango!
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El banco cae sobre los huesos
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Voy al baile con tambores como un bardo
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Moriré - ata un lazo
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Cómo busqué donde arden los bulevares
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Donde el fuego da instrucciones a las linternas
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La vieja cornisa me cobija
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Bajo los talones del día y obstinadamente silencioso como castigo
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Cubierto por un cinturón forestal
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Mis personajes grises
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Se vierte sal sobre las heridas,
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Pero volveré aquí algún día.
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Cuando el árbol llora por niños, -
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dejo caer mis lágrimas sobre los frutos,
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Pero el viejo viento no se dará cuenta de nuevo
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Cómo cantaban las orillas de su agua perdida
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¡Conmigo!
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Expulsan al demonio, bailan el bosque, beben savia de abedul.
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Conduzco a los lobos al sonido de hachas y ruedas, y el perro cambia de opinión acerca de ladrar
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No me caería, yo... ¡Ese no es mi rango!
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El banco cae sobre los huesos
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Voy al baile con tambores como un bardo
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Moriré - ata un lazo
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Cómo busqué donde arden los bulevares
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Donde el fuego da instrucciones a las linternas
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La vieja cornisa me cobija
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Bajo los talones del día y obstinadamente silencioso como castigo |