| El viejo parque te escolta encorvado
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| Las sombras del verano están manchadas de charcos, como mal maquillaje
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| Todo mal…
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| Las manos atrapan los pómulos inclinados, que ahora están fuera de su alcance.
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| Entonces qué, dibuja un muñeco
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| Y el mar azul no basta por un momento:
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| Me dibujaste solo, pero dibujaste dos
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| Increíble tela blanca es solo papel en apariencia.
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| Los lápices se asientan como sombras grises en tus dedos
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| Dos pares de piernas frente a la costa:
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| Campo de lavanda y zapatos viejos
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| Hijos de los minutos y del dolor-amor...
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| En la memoria de las ciudades no hay bulevar que no respiraría, -
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| Esta mañana mi alma dejará mi cuerpo
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| Estoy de rodillas otra vez...
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| ¡Soy el fantasma de tus revelaciones!
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| El viento sabía a caramelo trajo tristeza
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| En lugar de un río, ahora un páramo abrazó mi casa
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| Los ancianos de los ojos vacíos dejan caer lágrimas en mi palma
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| Mi mejilla brilla, pero no lloré, -
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| Es el viento en el ladrido del cachorro que apenas reconoce al perro
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| En el umbral se marchita mi tulipán: cae la última hoja
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| No es fácil entender que la tierra lo está tirando hacia abajo...
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| Como una soga, la nota La aplastará el cuello
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| Mi alma ya está lavada por manantiales en los campos
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| Labios blancos, manos azules.
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| Un vestido y un pantalón caen al suelo;
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| Alguien tomará mi lugar en la cama -
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| La gente es viciosa en la separación.
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| La gente está del lado de la traición,
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| Pero ahora diré fuera de la mesa:
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| Si el libro es rechazado por el editor
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| Que el escritor tiene algo de lo que estar orgulloso
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| Y no estoy encadenado, no soy libre, no estoy sano y no estoy enfermo
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| Me acuesto sobre la hierba quemada bajo las bóvedas blancas de dos campanarios,
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| Pero luego el cuco se calla y nos olvidamos del tiempo, -
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| El astuto chamán golpea la pandereta y huye de la tribu.
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| Estoy de rodillas otra vez...
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| ¡Soy el fantasma de tus revelaciones!
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| El viento sabía a caramelo trajo tristeza |