Bueno, ¿cómo estás, hada sobre un manto de bondad?
|
Un pájaro blanco recalcitrante en las vueltas de avance...
|
Las manos pálidas de la pasión te ayudarán dondequiera que estés,
|
Mientras tanto, acepta mi reverencia.
|
Te estoy dejando ir. |
volar lejos allí
|
Donde la gente sepa callar, amar
|
Quizás este sea tu camino
|
Nada y no pienses en ahogarte
|
No es fácil dejar ir a la persona con la que creciste:
|
Distintas alturas, pero dividí correctamente la manta de pelo...
|
Una cama sobre la que camina una mano que no es la mía,
|
Y diferentes perros y animales.
|
Habría envenenado a todos, en el salón de las sillas sucias,
|
Pero sin darle la mano a las hienas grises, no escribiría canciones.
|
Termino con una piedra las banderas del alma, termino las gotas de la petaca, apago mi luz
|
Te cantaré en el camino al fin
|
Simplemente no golpees el hielo con tu voz mientras saltas sobre los fuegos;
|
¡Mi avión te trenzará el pelo mejor que tu hermana!
|
El signo de la mente es la fuerza de la mano, la bondad y la postura recta.
|
Así que no pierdas el teorema de la clavícula, mi querida sirena
|
Una serie de no yuxtaposiciones como muestra de gustos especiales
|
Esto es más que un vector de ambiciones desnudas y discusiones ebrias en fiestas.
|
Este es el ángulo de visión del mundo sin mando a distancia, sin filtro y sin cámaras
|
Este es un ángulo de visión sobre el mundo del que me dejo ir en verso.
|
Te estoy dejando ir. |
volar lejos allí
|
Donde la gente sepa callar, amar
|
Quizás este sea tu camino
|
Nada y no pienses en ahogarte
|
Te estoy dejando ir. |
volar lejos allí
|
Donde la gente sepa callar, amar
|
Quizás este sea tu camino
|
Nada y no pienses en ahogarte |