| Lloramos el verano con follaje dorado,
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| Soplando el recuerdo de buenos días con lluvia y viento ligero.
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| La tierra se emborrachará bastante, pintará las ramas de colores,
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| Y llenarán los ríos con el cielo de vida hasta el borde.
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| Y me quedaré aquí, soñando con volar.
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| Inhalando el norte con mi nariz, sentiré la libertad.
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| Tiraré la tristeza lejos y sonreiré al amanecer.
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| Que todos me grujan a la espalda, porque esta es su raza.
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| De repente recuerdo a mi padre, la sonrisa de mi madre.
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| Mis amigos, cómo me pavoneaba con ellos mientras estaba borracho,
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| La risa de una tierna hija, que encendía la esperanza.
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| Me despojaré de toda mi ropa pesada.
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| Me quedaré con una camiseta ligera, dejaré que la lluvia cure las heridas.
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| Me arrodillaré, pensaré en el templo.
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| Pediré a Cristo que calme mi alma,
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| Déjame volverme humilde, siendo un matón.
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| Y el corazón de repente cosquilleará por los gritos del rebaño salvaje,
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| Que volar promete volver.
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| Me fumo una canosa, quedándome en el sofá,
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| Después de todo, no hay libertad en mi ciudad.
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| Coro:
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| Dejaremos en sueños a todos aquellos que no estén con nosotros.
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| Esperaremos a que la nieve se derrita en nuestros corazones.
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| No conozco gente, a donde debo ir,
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| Después de todo, en mi ciudad la libertad es un mito.
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| Lluvia de octubre, ciega e ingenua,
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| Y el recuerdo del pasado me fortaleció.
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| Los bulevares y avenidas se pintan de amarillo.
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| Y los pájaros volaron hacia el sur en cardúmenes.
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| En la cara de una sonrisa, abajo con los prejuicios.
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| El violín toca en el alma durante 90 días.
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| Pero esto es dolor temporal, tormento espiritual.
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| Pronto, los aguaceros salvajes serán reemplazados por ventiscas salvajes.
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| Es hora de pagar las cuentas. |
| El interior pregunta
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| Para que deje el alcohol y los cigarrillos.
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| Y surgió la pregunta sobre lo más importante.
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| No es fácil, pero siempre y cuando no sea demasiado tarde.
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| Mi país está cansado, las avenidas se han dormido.
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| Los lugares del pedestal están vacíos, y en las celdas
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| La gente se apiña, mientras que su otoño es corto.
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| Después de todo, no hay libertad en mi ciudad.
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| Coro:
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| Dejaremos en sueños a todos aquellos que no estén con nosotros.
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| Esperaremos a que la nieve se derrita en nuestros corazones.
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| No conozco gente, a donde debo ir,
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| Después de todo, en mi ciudad la libertad es un mito.
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| Dejaremos en sueños a todos aquellos que no estén con nosotros.
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| Esperaremos a que la nieve se derrita en nuestros corazones.
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| No conozco gente, a donde debo ir,
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| Después de todo, en mi ciudad la libertad es un mito. |