| Sí, él era un verdadero bushie con voz de grava vieja y seca, este tipo
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| ¿Me pregunto dónde está ahora?
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| Estuve haciendo fila toda la mañana
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| Para responder a un anuncio que vi
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| Sobre el trabajo en el consejo
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| Estaba yo y bastantes más
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| Un bushie ole seco delante de mí
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| Sacó una lata vieja y maltratada de su abrigo
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| Y de papeles de corte fino y Tally Ho
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| Procedí a enrollar un cigarrillo
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| Un joven peludo en la oficina
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| Golpeó en el escritorio y dijo siguiente
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| El viejo se paró delante de él.
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| Y le dio su nombre y dirección.
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| Y el peludo le preguntó al viejo
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| Si tuviera alguna referencia para mostrar
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| Si alguna vez hubiera hecho trabajo manual
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| O tuvo experiencia en la carretera
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| El viejo se encabritó y resopló.
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| Y el cigarro colgaba de su labio
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| Su sombrero estaba echado hacia atrás en su frente.
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| Sus manos estaban firmes en sus caderas
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| Miró al joven por todos lados.
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| Tomó en el modo de su vestido
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| Los melocotones y la tez cremosa
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| Y sentí que no estaba impresionado
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| Luego empujó una gran pata peluda debajo
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| La nariz blanca de lirio del muchacho joven
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| Lentamente extendió sus dedos, hey
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| Dijo que eche un vistazo a esos
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| Estas son mi referencia para trabajar
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| Yo estaba en eso antes de que nacieras
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| Y te apuesto un quid incluso dinero
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| Estaré mucho después de que te hayas ido, tonto
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| He tocado la púa loca y el banjo
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| Hecho muchas temporadas en caña
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| He gastado una docena de buenos kellys
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| Mientras esgrima por ahí en la llanura
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| He trabajado para mi pensión y mi alojamiento
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| En condiciones que no entenderías
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| Y por el infierno que he traído un buen dinero
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| Con estas mismas viejas manos maltratadas
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| Experiencia en la carretera
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| Es algo sobre lo que aprendí todo
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| Cuando el banquero ejecutó la hipoteca
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| Justo después de la sequía del 65
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| Enrollé mi botín y me fui
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| Un hombre arrepentido pero mucho más sabio
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| Con solo mis recuerdos para mostrar
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| Los años que había pasado en la tierra
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| Así que vagabundeé y viajé por las carreteras
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| Y con amargura maldijo cada milla
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| Pero con el tiempo superé mis problemas
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| Y aprendió una vez más a sonreír
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| Son los gustos de tu pluma empujando a la nobleza
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| Para sacar la risa en mí
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| Pequeños dioses de hojalata de la oficina, ja, ja
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| Estás demasiado lleno de energía para ver
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| Luego, con una buena vieja expresión australiana
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| No nos quedó ninguna duda de lo que quiso decir.
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| Dio media vuelta y nos dejo
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| Y solo Dios sabe a dónde fue |