| Cuando te despiertas en la mañana de la noche anterior
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| Y hay alguien llamando a tu puerta principal
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| Y no tienes un trago y estás enfermo hasta la médula
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| Tienes lo que llaman resaca
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| Bueno, tu cabeza se está partiendo y tus estómagos adoloridos
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| Y tiemblas cuando escuchas ese golpe otra vez
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| Y estás seguro de que la aldaba es la ley que es clara
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| Oh, piensas lo peor con una resaca
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| Bueno, trata de recordar la noche anterior
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| Tienes un recuerdo vago pero no estás muy seguro
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| Saliste con una mujer, es su esposo seguro
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| Es una cosa terrible una resaca
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| Oh, condujiste a casa borracho pero crees que tenías razón
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| Pero pareces recordar haberte saltado los semáforos en rojo
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| Es la ley en la puerta y te tiene en la mira
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| Todo se ve mal con una resaca
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| Oh, te miras en el espejo y tienes un ojo morado
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| Y hay sangre en tu camisa del otro tipo
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| Debe ser él en la puerta Ojalá pudiera morir
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| Sería mejor que esta resaca
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| pues te animas y abres la puerta
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| Esperando un puñetazo o un bluey de la ley
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| O un marido celoso con una pistola en la pata
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| Al menos terminaría con esta resaca
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| Bueno, golpéame rosa, casi te mueres
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| ¿Por qué son Don y Bert y Stan y Ned?
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| Con un cartón de frioleros para tu cabeza adolorida
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| Medicina para la resaca
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| Bueno, empiezas a recuperarte y bajar un par
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| Piensas las cosas, oh, ¿no eras un payaso?
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| Preocuparse si la ley o un marido llegaban
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| Ohhh debe haber sido una mala resaca
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| Así que todos se dirigen al local una vez más
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| Y eres un poco consciente de ti mismo cuando entras por la puerta
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| Pero a la hora de cerrar estás tan mal como antes
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| Y te espera otra resaca
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| Oh, muéstrame el camino para ir a casa porque te espera otra resaca |