| Oh, te he amado desde lejos, te he llevado como una cicatriz
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| Canté tu nombre a través del maldito Colfiorito
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| Pero un veneno tomó tu corazón, pequeña zorra sin encanto
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| Ahora no tienes ni un ápice de molestia por mí-o
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| Este casco antiguo se ha ido a pedazos, toda la gente está loca
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| Gritando, «¡Hurra! |
| ¡Date prisa, joder!»
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| Un desfile correcto de tontos viene a pisotear todas tus joyas
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| Como un puñado de rosas medio muertas
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| Y estamos aquí de nuevo, de nuevo, deja que el whisky fluya de nuevo
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| Deja que los grifos suenen de nuevo, haz sonar el toque de campana
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| Como un puñado de rosas, las llevaremos a la tumba
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| Hasta el último cuento que hay que contar
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| Oh, este borracho es un desastre, todo arriba y abajo de la cubierta
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| Como una vieja pecadora cansada fuera de su juego
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| Con sus labios rojos como la sangre, y su juventud sobre sus caderas
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| Todavía los clientes habituales la aman igual
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| Donde las botas llenas de barro se abren paso entre los trajes
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| Y los Sally han venido a sacudir la lata por Jesús
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| Hasta que encadenen todas las puertas y echen a todas las putas
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| Con un puñado de rosas medio muertas
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| Y estamos aquí de nuevo, de nuevo, deja que el whisky fluya de nuevo
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| Deja que los grifos suenen de nuevo, haz sonar el toque de campana
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| Como un puñado de rosas, las llevaremos a la tumba
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| Hasta el último cuento que hay que contar
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| Que todas las hojas de otoño se conviertan en veinte a tus pies
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| Y los altos y poderosos llegan a conocer tu trueno
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| Podríamos incendiar el mundo, pero estos son los primeros días
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| Y todavía hay un infierno de camino para nosotros para vagar
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| Y hay uno aquí entre nosotros que sobrevivirá al resto
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| Toma un trago a sus debilidades y sus alabanzas
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| Hasta que lo tachen del rollo y lo arrojen a un agujero
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| Con un puñado de rosas medio muertas
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| Y estamos aquí de nuevo, de nuevo, deja que el whisky fluya de nuevo
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| Deja que los grifos suenen de nuevo, haz sonar el toque de campana
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| Como un puñado de rosas, las llevaremos a la tumba
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| Hasta el último cuento que hay que contar
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| Y estamos aquí de nuevo, de nuevo, deja que el whisky fluya de nuevo
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| Deja que los grifos suenen de nuevo, haz sonar el toque de campana
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| Como un puñado de rosas, las llevaremos a la tumba
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| Hasta el último cuento que hay que contar |