Un día los soñadores murieron dentro de nosotros
|
Cuando todas nuestras respuestas nunca llegaron
|
Ocultamos la verdad debajo de nuestra piel, pero
|
Nuestras sombras nunca se vieron iguales
|
Un fantasma es todo lo que queda
|
De todo lo que juramos nunca olvidaríamos
|
Tratamos de sangrar la enfermedad
|
Pero agotamos nuestros corazones en su lugar
|
Somos, somos los muertos
|
Y cuando no pudimos detener el sangrado
|
Mantuvimos nuestros corazones sobre la llama
|
No pudimos evitar llamarlo traición
|
Después de eso, no pudimos llenar nuestros marcos.
|
Después de eso, nuestras sombras nunca se vieron iguales.
|
Un fantasma es todo lo que queda
|
De todo lo que juramos nunca olvidaríamos
|
Tratamos de sangrar la enfermedad
|
Pero agotamos nuestros corazones en su lugar
|
Somos, somos los muertos
|
En los veranos pasados desafiaríamos al destino
|
Con tono más alto y puntería perfecta.
|
Y estando firmes, irradiaríamos
|
Una luz que amamos pero nunca nombramos
|
Pero las respuestas nunca llegaron
|
Y nuestras sombras nunca se vieron iguales
|
Un fantasma es todo lo que queda
|
(Nosotros somos los que perdimos la fe)
|
De todo lo que juramos nunca olvidaríamos
|
(¿Podemos ser salvos?)
|
Tratamos de sangrar la enfermedad
|
Pero agotamos nuestros corazones en su lugar
|
Somos, somos los muertos
|
(Nosotros somos los que perdimos la fe)
|
Un fantasma de todo lo que pensamos pero nunca dijimos
|
(¿Podemos ser salvos?)
|
Tratamos de sangrar la enfermedad
|
Pero agotamos nuestros corazones en su lugar
|
Nosotros somos los que perdimos nuestra fe
|
Nos cavamos una tumba temprana
|
Somos los muertos, ¿podemos ser salvos? |